Adelgazar después de los 40

En el transcurso de los años nuestro cuerpo va cambiando poco a poco, es algo inevitable. También es normal verse a los 50 con unos kilos de más que cuando teníamos 20 años: se trata de una realidad fisiológica , que debemos admitir. 

Sin embargo, no siempre resulta sencillo estabilizar ese peso de más. Aunque hay que evitar pesarse todos los días, vigilar el peso con regularidad nos permite actuar con rapidez: es la mejor manera para evitar acumular kilos demás y sus consecuencias negativas, tanto para la figura como para la salud. A continuación les dejamos unos consejos para vigilar tu peso,  comer variado y seguir en forma.

Adelgazar después de los 40

1.-Estrategia

Lo sabes: una alimentación sana y variada es una de las claves del bienestar y de la buena salud. Prestas atención a lo que comes, pero elegir correctamente los alimentos puede mejorar la calidad nutricional de tus comidas… y ayudarte a estar en plena forma durante tu dieta.

Adelgazar después de los 40

2.-Ventajas

Sabes perfectamente lo que te conviene. Sabes controlar el hambre y has aprendido a apreciar más la calidad que la cantidad.

3.-Trampas que debes evitar

No consumir suficientes productos lácteos Para conservar unos huesos sólidos y reducir el riesgo de sufrir osteoporosis, se aconseja a los adultos tomar un mínimo de calcio de 1.200 mg al día. Para ello, es indispensable tomar entre 3 y 4 productos lácteos diarios: leche, yogures, queso… Son ricos en calcio, ya sean desnatados o enteros. Pero atención: las combinaciones zumo de frutas-leche apenas aportan calcio y, los frascos pequeños de bebida láctea aportan una cantidad de calcio considerablemente menor que un yogurt.

4.-Ser demasiado perfeccionista

Quieres hacerlo demasiado bien… Atención: hacer una dieta para adelgazar ¡no significa tener que comer todos los días lo mismo, cocinar sólo de una manera o privarse a diario! Para adelgazar sin frustrarte y, sobre todo, para no volver a ganar peso, comer tiene que seguir siendo un placer.

5.-Muévete

Moverse y aumentar la actividad física te permite comer un poco más y seguir adelgazando al mismo tiempo. Para mejorar la figura y el estado de forma al mismo tiempo, camina más, sube las escaleras a pie y realiza 10 minutos de ejercicio al día si es posible.

Disfrutar sin poner en peligro la línea

Mira como ejemplo los siguientes alimentos y platos para amenizar tus comidas:

  • Finas hierbas (perejil, perifollo y cebolleta frescos o congelados): tenlas siempre a mano para condimentar ensaladas y platos principales. También resulta muy útil tener una colección de tarros con hierbas aromáticas y especias, cebolletas chalotas y limones.
  • Preparados congelados: para ligar y aportar cuerpo. Apenas tienen calorías y nada de grasa.
  • Aceite de avellana o nuez: muy rico en ácidos grasos esenciales y, como tiene mucho aroma, seguro que no abusaremos en las ensaladas.
  • Combinado de verduras frescas congeladas: listas, originales y sabrosas. Se pueden hervir, saltear o cocer al vapor para ¡renovar el plato de verduras! Frutas exóticas (mangos, litchis, kumquats, fruta de la pasión…): no son más calóricas que el resto de frutas y puedes consumirlas 2-3 veces al día.
  • Bebidas light: coca light, agua con gas de sabores sin calorías, té a la menta caliente o helado (edulcorado ocasionalmente).
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