Cómo combatir la celulitis con agua

Una de  las terapias  naturales, sencillas, económicas y saludables que existe en la actualidad es la  hidroterapia,  la cual consiste en emplear  agua a  distintas temperaturas podemos mejorar notablemente nuestra circulación, aumentando así nuestra vitalidad, reforzando nuestra salud y previniendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y trastornos como las varices.

En el artículo de hoy vamos a conocer algunas técnicas muy sencillas que nos ayudarán a mejorar la circulación desde el primer día y cuyos beneficios veremos enseguida. Una medicina preventiva muy fácil de realizar en casa y que sin duda tu salud agradecerá.

Cómo combatir la celulitis con agua

Cómo combatir la celulitis con agua

1.-Combatir la celulitis, reducir las várices y calmar los calambres

En este caso lo mejor es emplear agua fría y hacer una ruta por las piernas en la ducha: sube el chorro de agua fría primero por la el lado exterior de la pierna derecha y bájalo por la parte intena. Haz el mismo recorrido en la otra pierna. Repite por la parte trasera de las piernas, primero una y luego otra.

Cómo combatir la celulitis con agua
Por último, seca tu piel con una toalla algo áspera y fricciona la piel de abajo hacia arriba, de esta forma estarás estimulando la circulación sanguínea y evitando que tanto el exceso de líquido como la sangre se acumule en las extremidades inferiores.

2.-Combatir migrañas, bajar la fiebre y desinflamar los pies

Los baños de pies en agua caliente, además de relajantes, son perfectos para calmar las migrañas, bajar la temperatura corporal y reducir la hinchazón de los pies.

Cómo combatir la celulitis con agua

Si al agua le añadimos bicarbonato de sodio estaremos a su vez ayudando a eliminar las toxinas y bacterias causantes del mal olor de nuestros pies, así como a reducir la acidez y mejorar la salud cutánea de esta importante zona del cuerpo. Si por el contrario le añadimos sal gruesa, favoreceremos la desinflamación de los pies y su relajación, algo especialmente útil después de un duro día de trabajo. Mezcla dos cucharadas de sal o bicarbonato sódico en agua bien caliente y sumerge en ella los pies durante 15-20 minutos. Sécalos después con una toalla. Puedes hacerlo diariamente antes de irte a la cama.

3.-Calmar el ritmo cardíaco

Si tienes el pulso acelerado, una buena manera de reducirlo y recuperar la calma es aplicar un pequeño chorro de agua fría sobre los ojos cerrados y la cara durante varios segundos. Puedes reforzar esta acción mojando también tus brazos y/o aplicando una compresa fría (humedecida en agua) sobre la zona del corazón.

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